domingo, 18 de julio de 2010

Damasco: Ni tanto ni tan poco

Mientras de primeras choca lo abierto que parece ser Damasco, poco a poco me doy cuenta de que las cosas son relativas Ni este es un país del todo cerrado, ni mucho menos del todo permisivo. Pero esto parece ser el día a día, unas cosas te soprenden para bien, otras para mal, otras te sorprenden sin más.

El otro día el hermano pequeño de mi amigo, llamémosle Hassan, dio un beso en público a su novia y la policía le detuvo. Tuvo que ir Hassan a comisaría en plena noche, antes de que se enterase el resto de la familia, y convencer al agente de que su hermano es buen chico y no lo repetirá. Es esta una familia importante y con contactos del más alto nivel, aún así por poco no dejan al chaval ir cuando delante del policía se quejó de tan absurda norma. Mi amigo Hassan también la encuentra tonta y obsoleta, pero como dice él, hecha la ley, hecha la trampa, bésate en el coche o dentro de un bar en una esquina, donde no puedan verte los que mantienen el orden.

En la mesa de al lado en un café hay un grupo de adolescentes monísimas, vestidas muy a la Occidental, maquilladas. Tres de ellas llevan velo cubriéndoles el cabello, el resto no. De las veladas, dos llevan falda. Cierto, no son una mini faldas, pero aún así quedan por encima de la rodilla. No entiendo entonces por qué se cubren el cabello. ¿No son las piernas acaso más atractivas que el pelo?

Hoy hemos conocido a la señora que va a limpiar nuestra casa y cocinar para nosotros. Me han sacado, literalmente, de la cama y grande ha sido mi sorpresa cuando me he encontrado a una señora enorme con el pelo cubierto con un velo negro (aquí suelen llevarlo blanco o de colores) y también una abaya, es decir, la túnica esa negra que cubre el cuerpo y la ropa –que no el rostro ni el cabello-. No he visto una de estas desde que he llegado a Siria e inmediatamente he pensado vaya, nos ha tocado la cucaracha. No había terminado la frase que ya me estaba arrepintiendo, por mala, por no tenerle respeto a la señora y a su cultura. Pero ya estamos como siempre... es cultura o cultura?

                ojo que nuestra chica no se parece en nada a esta jovencita!

De todos modos me ha durado poco el debate este interno porque se ha quitado la abaya inmediatamente, igual que los zapatos. Y ya cuando se han ido el dueño del piso y Marc ella se ha descubierto el cabello. Ahora podría estar en Marruecos o incluso en casa en España charlando con la madre de Halima.

Como la señora y yo no nos entendemos, y eso que ella lo intenta, pero es que es imposible, ¡no voy a haber aprendido árabe en una semana! ha subido la mujer del dueño a explicarle cosas. Aquí sí que me he sorprendido, iba aún más cubierta que la señora! Y esta es una chica joven, guapa, con un inglés excelente... y el marido en shorts. Es cierto que su abaya es bonita pero... es que no puedo con estas cosas, y más aquí donde, como dije antes, realmente no he visto a ninguna mujer antes con abaya. Luego ella me ha explicado que es de Arabia Saudita y trabaja en la embajada, lo 1º explicaría su atuendo si estuviésemos en su país, pero aquí no.


Por la tarde damos un paseo y buscamos donde comprar unas cervezas. Al parecer hay muchas tiendas que las venden, nosotros no las encontramos. Sin embargo un kioskero nos dice que él sí tiene alcohol, podemos elegir entre XXL que es una mezcla de Vodka y Redbull (creo) y Bear Beer, una lata de cerveza de medio litro “extra strong” con un 12% de alcohol. Sí, 12%! Vamos, que o te tomas un zumito natural o vas a por el pedo directamente.



* Fotos tomadas por la elfa, excepto la abaya
 

4 comentarios:

Ger dijo...

Hola Helen!
Hace mucho que no te leía y acabo de hacerlo largo y tendido.
Me gusta mucho las cosas que cuentas y cómo la cuentas.
Muchos besos.

Ger dijo...

Hola Helen!
Hace mucho que no te leía y acabo de hacerlo largo y tendido.
Me gustan mucho las cosas que cuentas y cómo las cuentas.
Muchos besos.

Leti dijo...

Ahora entiendo lo de “no es oro todo lo que reluce” en ese país parece que todo va así, primero sorpresa en positivo y luego... la realidad!!

Nay dijo...

Bueno, yo cada vez estoy más en contra del velo. Me ha costado mucho posicionarme, pero estas dos escalas en Doha me han hecho hervir la sangre... no, no creo que debamos permitirlo. No es justo, el velo no sólo esconde rostro y/o cabellos, esconde una libertad preciosa, la de la mujer y, por extensión, la del ser humano.
Besos