jueves, 8 de noviembre de 2007

África

Este es un relato de viaje, mi primer viaje al África Subsahariana. Un viaje que me ha sorprendido, me ha emocionado, y me ha marcado. Bienvenidos a un paseo por mi viaje a Zambia, con visitas a Zimbabwe y Botsuana!



Las cataratas Victoria son las más grandes del mundo, casi dos kilómetros de largo y más de 200 m de alto! Separan Zimbabwe y Zambia, y las nutre el río Zambeze, que es mucho más caudaloso en Zimbabwe. Esta es la época seca, no ha llovido desde hace meses, y el lado de Zambia no aporta mucha agua a las cataratas.



Pese a que esto suena a que no es buen momento para visitar las cataratas.... Nada más lejos de la realidad! Cuando vas a Zambia tienes mejores vistas a Zimbabwe, que tiene mucha más agua! Por otro lado, en Zambia hay una islita llamada Livingstone (Dr Livingstone "descubrió" las cataratas en el s.XIX y les puso el nombre de la Reina Victoria). Esta isla no puede visitarse en la época de lluvias por varias razones: la isla queda prácticamente cubierta por el cauce del río, y además la corriente es demasiado fuerte. Sin embargo en esta época del año nuestro hotel organiza desayunos semi privados en la isla. Estos incluyen un baño en el río, bueno, en la catarata misma! Esto es para los valientes, porque la corriente sigue siendo muy fuerte y os aseguro que impresiona estar justo al borde de la catarata, con una caída de 200m justo delante de ti. El truquillo está en que hay una mini piscina natural, o más bien una especie de hueco de unos 2m cuadrados y 1,5m de profundidad, donde tu cuerpo está prácticamente sumergido y por lo tanto protegido de la corriente. La impresión es única, y por eso llaman a este lugar "el trono del Diablo".



Pero nuestro hotel no sólo está al borde del Zambeze y a unos metros de las cataratas, ademas hay cientos de monos, cebras, jabalíes africanos (bueno esto lo he sacado del diccionario… en inglés es “warthog”, y para que nos entendamos todos, es “Pumba” el animalejo de El Rey León) y jirafas en el jardín. Tal y como lo cuento. Los monos son una pesadilla (y para que yo lo diga....) y te avisan desde que llegas hasta que te vas de que está prohibido darles de comer, y recomiendan encarecidamente que no se coma en el jardín de las habitaciones. Por supuesto Adam y yo decidimos ser especiales y según llegamos pedimos algo de comer y nos preparamos una mesita en el jardín. No habían pasado ni 5 minutos que ya teníamos dos familias de monos rodeándonos! Impresiona...A mi la escena me recordó a Los Pájaros...


Son tantos los animales que hemos visto! He hecho distintos safaris, en todo-terreno, barco, y a caballo! Creo que el que más me impresionó fue el del barco, en Chobe. Chobe es la reserva con la población más extensa de elefantes en África! Y está en Botsuana. Un lugar precioso, en una isla por la que ha habido varios enfrentamientos en un pasado no muy lejano. Unos querían que fuese parque o reserva para animales, otros creían que dedicarla a la agricultura sería más apropiado. Ganaron los primeros.



Vimos cientos de elefantes, de todos los tamaños, cruzando el río, revolcándose en el barro, corriendo por las laderas y llanuras. Una experiencia inolvidable! Asimismo, hay decenas de hipopótamos. Cuando llegas y ves un ojillo asomando te emocionas, al cabo de un rato empiezas a ver algún grupo de 4 o 5 espaldas de hipopótamo.... Al cabo de media horita si te descuidas te encuentras con grupos de 20 hipopótamos de todos los tamaños. Son graciosos, se pelean y hacen ruidos extraños como gruñidos, pero son vagos y muy grandes así que sus peleas consisten en abrir bien la boca y sacar el cuerpo del agua, mientras gruñen e intentan intimidar al de al lado. Dicho esto es importante recordar que el hipopótamo es uno de los animales más peligrosos del mundo. Vamos, que no deben de ser tan perezosos todo el tiempo.


Manadas de búfalos, antílopes de todo tipo, impalas, avestruces, más “pumbas”, cebras, hienas (qué feas son! Y qué cara de malas)....



Pero sin lugar a dudas, los más impresionantes son los leones. Aquí va la experiencia más maravillosa de mi vida: fuimos a Zimbabwe a visitar una reserva de leones, en la que tienen normalmente de 6 a 10 leones menores de dos añ
os y separados por grupos de edades. Estos leones son huérfanos -por distintas razones: sus padres han muerto, han sido abandonados o se han perdido- y los cachorros de león no suelen sobrevivir cuando esto ocurre, necesitan aprender, entre otras cosas, a cazar. Y es precisamente lo que hacen en este centro, les preparan para la vida adulta. Aquí viven y aprenden a relacionarse con otros animales, mientras se les enseña a cazar y sobrevivir solos. Cuando tienen unos 18 meses son trasladados a otra reserva en la que ya no interactúan con humanos. Ahí se quedan hasta que están preparados para ser devueltos a su hábitat natural.

Cuando llegamos al centro éramos 5 personas y tuvimos que elegir un grupo de leones para visitar: -por llamarlos de alguna manera- bebés (5 meses), niños (un año) y adolescentes (18 meses y a punto de ser trasladados). Nos decidimos por estos últimos. Sin embargo, nos esperaba una sorpresa, por ser un grupo tan reducido (suelen ser 30 personas o más) y todos jóvenes, los encargados decidieron autorizarnos a ver a los tres grupos!

Cuando digo ver, tal vez debería corregirme y decir tocar, jugar, abrazar..... Sí, estuvimos acariciándoles al principio, jugando con ellos después, abrazándoles al final..... INCREÍBLE! Al principio te parece que estar a un metro de un león es impresionante, cuando tocas a uno por primera vez lo haces con la mano temblorosa. Pero una vez que empiezas a jugar con ellos les pierdes el miedo. Ahora sí, nunca hay que perderles el respeto! Y no sólo porque al fin y al cabo son animales salvajes, también porque son leones jóvenes y juguetones y en un momento dado el juego puede complicarse!

Sin duda este viaje ha sido una experiencia única. Me ha cambiado las ideas, los sueños y, por qué no, hasta los ideales.

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