Los Búlgaros

La vida (-o Dios?-), tan caprichosa como una niña consentida, juega con nosotros a su antojo. Marionetas en sus manos. Figuritas de carne y hueso. Ella se divierte, y nosotros? Nosotros, ilusos, creemos que somos dueños de nuestro presente y artífices de nuestro futuro. Hasta que la niña hace un movimiento que no debe, en falso, y el juego se le va de las manos. O tal vez lo hace adrede, para recordarnos que somos insignificantes y que sólo el pasado nos pertenece. El pasado y tal vez nuestros sueños. No controlamos nada más.

Ayer, sin más, estando en Dubai con un nuevo amigo de esos que parecen haber estado en tu vida años, algo increíble sucedió.

Entre pipa y pipa, entre té y té, “John” me comentó algo sobre un amigo búlgaro que conoció en Londres, hará diez años, y a quien quiere casi como a un hermano. Por casualidad, mencionó que ahora vive en Washington DC.

Y yo, ingenua y desconocedora de lo que a continuación sucedería, pensé automáticamente en mi amiga del alma, mi prima de corazón: Geri, cuyo hermano vive en DC. Así que le pregunté el nombre de su amigo………..

………..8 millones de búlgaros………..

………..1 millón en EEUU…………..

……………….Hristo…………………

Mi corazón se dispara. Intento mantener la calma……….

………..1 millón Hrsitos en Bulgaria……..

………….....Marinchev………………….

Mis pupilas se dilatan…………..

………. Sólo 1 Hristo Marinchev………

Mi corazón ya no late………….

………..Sólo 1 Geri Marincheva………..

Escalofríos recorren mi cuerpo helado

No le creo

No me cree

Creo en Dios

Mi prima es hermana de su primo. La misma historia de una amistad pura y verdadera, repetida 10 años después.

Del Show de Trueman al Show de Helene.

De Londres a Virginia. En Dubai.

Londres, Virginia, Madrid, Sofía, Dubai. Londres, Virginia, Madrid, Sofía, Dubai.
Londres, Virginia, Madrid, Sofía, Dubai. Londres, Virginia, Madrid, Sofía, Dubai.
Londres, Virginia, Madrid, Sofía, Dubai. Londres, Virginia, Madrid, Sofía, Dubai.