sábado, 31 de julio de 2010

Damasco: Ni luz ni agua, pero he sobrevivido a días peores

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Las ventanas del salón están abiertas y por ellas entra ese aire espeso y denso de los días calientes y húmedos de verano. Es viernes y el aire trae consigo la voz del imán que llama a los fieles a la oración. Es dulce y no parece en absoluto agresivo o impositivo; es casi música, una melodía tranquila y pausada, como dice el padre de un amigo.




Con este calor lo que me apetece es estar en la playa, como tantos otros estáis en el mediterráneo. Me conformaría con estar en Latakia, ciudad costera mediterránea también, y una de las más liberales en Siria, donde un enorme porcentaje de la población es cristiana. Estoy invitada a una boda allí en Agosto, pero la boda a la que voy es musulmana, y en pleno Ramadán…. ¿Te imaginas?

Bueno, pues es todo lo contrario a lo que has imaginado, a lo que yo esperaba. Ni habrá segregación por sexos, ni tengo que vestirme de forma conservadora (de hecho me han dicho que cuanto más corto el vestido, más acorde estaré con el resto!), por supuesto no ayunaremos, y para rematar habrá alcohol para quien así lo desee, o sea, para casi todos. Es una boda alawita, que es una rama del Islam más abierta y da la impresión que para ellos la religión es más una cuestión que queda entre tú y dios, y no una obligación social.

Y es que parece que siempre metemos a todos los musulmanes en el mismo saco, y es tan injusto como meter a todos los cristianos en otro. Católicos, protestantes, ortodoxos y un muy largo etcétera pueden tener una base común, Jesús, como la tienen los musulmanes, Mohamed, pero chiítas, sunís, alawitas y otro largo etcétera son muy distintos unos de otros. Tal vez cuando yo tenga claras del todo las diferencias y los orígenes me atreva a explicarlo aquí, pero de momento no controlo el tema y no quiero escribir chorradas. Si alguien se anima puede contárnoslo en los comentarios =)

Volviendo al aire espeso y caliente, he entrado en la habitación de mi colega, que lleva dos días de viaje, y el termómetro marca 36C. He encendido el aire acondicionado porque quiero jugar a la Wii más tarde, y he vuelto a mi cuarto a leer un rato. De pronto se ha ido la luz y 15 minutos más tarde el calor ya es insoportable. He pensado en la explicación que me dio un ingeniero a los apagones cada vez más comunes durante el verano, y no es sólo que la demanda aumenta dramáticamente con el calor (aire acondicionado, neveras, refrigeración de fábricas etc) sino que además cuando hace calor se produce menos energía. Con lo cual si a un aumento de la demanda sumas una reducción en la producción, te encuentras como yo, asada como un pollo en tu apartamento.

Entonces he pensado que tal vez una ducha aliviaría el calor, y así además gano algo de tiempo mientras vuelve la luz, pero mi gozo en un pozo, el agua sale tan caliente que no sólo no me refrescaría, sino que casi me quema. Y tanta casualidad sólo puede tener algo en común... Hace una semana nos enteramos de que no sólo hay cortes de electricidad sino también de agua, pero de éstos no nos habíamos dado cuenta porque todos los edificios tienen “reservas”. Cuanto mejor es la zona en la que vives, más agua habrá almacenada en tu casa y es improbable quedarse sin. Y fue entonces cuando entendí que esos barriles rojos de plástico que veo sobre los tejados de absolutamente todas las casas de Damasco guardan el agua de la que hablo ahora. 






Los cortes de agua al parecer son muy frecuentes, y hay camiones cisterna que recorren los barrios residenciales un par de veces en semana para rellenar los barriles/depósitos. Así que esos barriles están en el tejado, a pleno sol, y hoy hace unos 45C fuera, con lo cual el agua está ardiendo y así es como sale por mi grifo. Pero tal y como dice mi madre, es mejor tener agua caliente y no fría que a la inversa.

Así que he decidido salir de casa y aventurarme en las calles vacías de un viernes por la tarde en Damasco. Sé que con la caída del sol empezará a salir gente a las calles, y para la cena los restaurantes estarán llenos a rebosar. Con suerte cuando vuelva ya tengo luz, y una duchita fresquita.


 * Fotos tomadas por la elfa
   
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martes, 27 de julio de 2010

I read the news today oh boy



I read the news today oh boy


Resulta que en Indonesia las mezquitas no miran hacia la Meca sino a Somalia
Se preguntan ahora si habrá que destruirlas y reconstruirlas
Pero algún sabio dice que aún así Alá escucha
Y aunque la noticia es algo triste
No he podido más que reírme

I read the news today oh boy


Para celebrar el 10o aniversario del Presidente
Han plantado una bandera de 637 metros cuadrados
Sobre un mástil de 107 metros
Y aunque la noticia es algo tonta
No he podido más que reírme

I read the news today oh boy


Venezuela ha desenterrado el cuerpo de Bolívar
Es ahora importantísimo saber si Colombia le envenenó en 1830
Eso anunció Chávez en Twitter
Y aunque la noticia es algo triste
No he podido más que reírme

I read the news today oh boy


En Malasia hay un reality que arrasa por sopresa
Seis guapos malayos compiten por ser el más religioso
Y como premio un viaje a la Meca, un portátil y un coche
Y aunque la noticia es algo tonta
No he podido más que reírme

I read the news today oh boy


Enrique Iglesias va a hacer esquí acuático desnudo
Para celebrar la Copa del Mundo
Además asegura que esta no es su primera vez
Y aunque la noticia es algo triste
No he podido más que reírme

** Todas estas noticias son reales y están publicadas en la misma edición del único periódico en inglés del país. Viva semejante calidad editorial, gracias señores censores!! **
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jueves, 22 de julio de 2010

Apaga y vámonos

De camino a una reunión he visto a un niño esquelético desmayado en los brazos de su padre, supongo que por el calor y, visto su cuerpo, por desnutrición. En plena calle en pleno día. Conducíamos demasiado deprisa para poder parar y tampoco hubiese podido hacer mucho, pero he soltado un Oh my god desde el fondo del corazón y Moustafa me ha mirado en el retrovisor con la misma cara de espanto que seguramente yo tenía. Se me han saltado las lágrimas inmediatamente y él, en silencio, me ha pasado un kleenex. Unos con tanto y otros con tan poco, y la vida sigue. Yo quejándome hace sólo un rato porque el coche de Moustafa no tiene aire acondicionado, porque mi secretaria es lenta, porque mi empresa se empeña en que me abra una cuenta bancaria en Siria. Muerta de envidia esta mañana porque en 3 días he visto unos 5 iPads y quería uno. ¿Pero qué coño nos pasa? ¿Cómo hemos permitido que el mundo se convierta en esto? ¿Cómo hemos olvidado que todos provenimos, en realidad, de una misma familia, de un mismo vientre? Sólo queremos MÁS MÁS MÁS. Más dinero, más prestigio, más cosas materiales. Tenemos casas más grandes, más ropa, más coches, y mucho menos tiempo para disfrutarlo y ni que decir tiene que cada vez somos más infelices. Cada vez hay más jóvenes deprimidos que en realidad lo tienen todo, se sienten perdidos, no saben lo que quieren. Y cómo van a saberlo en esta sociedad podrida que dicta quienes somos por lo que tenemos y lo que los demás opinan de nosotros. Un mundo en el que permitimos que el de al lado se muera de hambre mientras miramos hacia otro lado, escondidos tras unas gafas de sol, móvil en mano, el monedero y el estómago llenos. Me acaba de dar una bofetada la vida y estoy dispuesta a poner la otra mejilla, a ver si así me dura un poco más esta visión que me horroriza pero a la vez me recuerda que lo esencial lo tenemos, gracias a dios o a quien sea, y que estamos rodeados de gente que vive en peores condiciones y seguramente no se queja ni la mitad. Hoy odio todo lo que me rodea, la hipocresía de nuestra existencia. Odio escribir estas líneas porque sé que yo hago poco por cambiar las cosas, participo como todos en esta farsa, y dentro de un rato estaré reunida con el magnate de turno que está a punto de irse a pasar unos días en su yate en la costa Azul o en Marbella. Pero también siento que son ellos mucho más culpables porque ellos sí tienen en sus manos la posibilidad real de cambiar cosas, de mejorar la vida de otros, y no lo hacen. No lo piensan, no se les ocurre, no les importa. No nos importa, nos olvidamos. Y ese niño sigue, como millones en otros lugares, desfallecido por la falta de algo tan básico como es la comida. Apaga y vámonos.
 
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domingo, 18 de julio de 2010

Damasco: Ni tanto ni tan poco

Mientras de primeras choca lo abierto que parece ser Damasco, poco a poco me doy cuenta de que las cosas son relativas Ni este es un país del todo cerrado, ni mucho menos del todo permisivo. Pero esto parece ser el día a día, unas cosas te soprenden para bien, otras para mal, otras te sorprenden sin más.

El otro día el hermano pequeño de mi amigo, llamémosle Hassan, dio un beso en público a su novia y la policía le detuvo. Tuvo que ir Hassan a comisaría en plena noche, antes de que se enterase el resto de la familia, y convencer al agente de que su hermano es buen chico y no lo repetirá. Es esta una familia importante y con contactos del más alto nivel, aún así por poco no dejan al chaval ir cuando delante del policía se quejó de tan absurda norma. Mi amigo Hassan también la encuentra tonta y obsoleta, pero como dice él, hecha la ley, hecha la trampa, bésate en el coche o dentro de un bar en una esquina, donde no puedan verte los que mantienen el orden.

En la mesa de al lado en un café hay un grupo de adolescentes monísimas, vestidas muy a la Occidental, maquilladas. Tres de ellas llevan velo cubriéndoles el cabello, el resto no. De las veladas, dos llevan falda. Cierto, no son una mini faldas, pero aún así quedan por encima de la rodilla. No entiendo entonces por qué se cubren el cabello. ¿No son las piernas acaso más atractivas que el pelo?

Hoy hemos conocido a la señora que va a limpiar nuestra casa y cocinar para nosotros. Me han sacado, literalmente, de la cama y grande ha sido mi sorpresa cuando me he encontrado a una señora enorme con el pelo cubierto con un velo negro (aquí suelen llevarlo blanco o de colores) y también una abaya, es decir, la túnica esa negra que cubre el cuerpo y la ropa –que no el rostro ni el cabello-. No he visto una de estas desde que he llegado a Siria e inmediatamente he pensado vaya, nos ha tocado la cucaracha. No había terminado la frase que ya me estaba arrepintiendo, por mala, por no tenerle respeto a la señora y a su cultura. Pero ya estamos como siempre... es cultura o cultura?

                ojo que nuestra chica no se parece en nada a esta jovencita!

De todos modos me ha durado poco el debate este interno porque se ha quitado la abaya inmediatamente, igual que los zapatos. Y ya cuando se han ido el dueño del piso y Marc ella se ha descubierto el cabello. Ahora podría estar en Marruecos o incluso en casa en España charlando con la madre de Halima.

Como la señora y yo no nos entendemos, y eso que ella lo intenta, pero es que es imposible, ¡no voy a haber aprendido árabe en una semana! ha subido la mujer del dueño a explicarle cosas. Aquí sí que me he sorprendido, iba aún más cubierta que la señora! Y esta es una chica joven, guapa, con un inglés excelente... y el marido en shorts. Es cierto que su abaya es bonita pero... es que no puedo con estas cosas, y más aquí donde, como dije antes, realmente no he visto a ninguna mujer antes con abaya. Luego ella me ha explicado que es de Arabia Saudita y trabaja en la embajada, lo 1º explicaría su atuendo si estuviésemos en su país, pero aquí no.


Por la tarde damos un paseo y buscamos donde comprar unas cervezas. Al parecer hay muchas tiendas que las venden, nosotros no las encontramos. Sin embargo un kioskero nos dice que él sí tiene alcohol, podemos elegir entre XXL que es una mezcla de Vodka y Redbull (creo) y Bear Beer, una lata de cerveza de medio litro “extra strong” con un 12% de alcohol. Sí, 12%! Vamos, que o te tomas un zumito natural o vas a por el pedo directamente.



* Fotos tomadas por la elfa, excepto la abaya
 
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jueves, 15 de julio de 2010

Damasco, de nuevo

Me cuentan que en Japón empezaron a vender mini babybel hace relativamente poco y a unos meses después tuvieron que lanzar una campaña publicitaria/informativa para que los pelasen. Y yo me pregunto, ¿de verdad se los comian con la plastilina esa roja que llevan alrededor? Entonces pienso que si aún así gustaban, menudo éxito tendrán ahora que sólo se comen el queso! Yo de pequeña me lo pasaba pipa con mis hermanas en Francia haciendo figuritas con la cera esa, nuestro juego favorito eran las uñas postizas.

Han pasado ya como mil años y no me he comido un quesito de esos en siglos, pero resulta que hoy he entrevistado al presi aquí en Damasco. Bel es uno de los mayores inversores extranjeros en el país y el presi nos ha llevado a cenar y después a tomar una copa. Era noche de salsa, ¡de nuevo! Y la mayoría de la gente en el bar de hoy es la gente que estaba en la discoteca la semana pasada. ¡Cuánto les gusta bailar! Yo de nuevo me limito a observar desde una banqueta, mojito en mano. Esto es Siria señores y señoras.

Son las tantas y escucho a Bebo Valdés y el Cigala. Lágrimas Negras es uno de esos discos que nunca me cansa. Cada canción me penetra dulcemente, despierta sentimientos en mi todas y cada una de las veces que lo oigo.

Náufragos del mar que han perdido el corazón... yo aún lo conservo y palpita por Nay en Katmandú, Jota en su fiesta sorpresa, la family celebrando la Copa de Mundo, Sandri y Nico en sus entrañas, Mar de prácticas y casi camino a Praga, Pata de vuelta de un viaje inovidable, los primos pequeños disfrutando de un verano único y mi brother ya con carnet de conducir. Mi corazón palpita por mucha más gente, como Leiritas o Vodkita perrita fiel, que se baña estos días con la ayuda de Soph.

Mr A me falta más que nadie. Ha sido no sólo mi amor sino también mi compañero y apoyo incondicional y constante en los últimos años y ahora está casi camino de Aspen, mientas yo me derrito en una ola de calor que nos ha dejado con el mercurio a 48C en este mes que por dresgracia no es el más caliente del año. No quiero ni imaginar lo que vendrá en unas semanas, pero no puedo más que soñar con descubrir el país entero, más el Líbano y Jordania.

Anyways, es hora de dormir, con el ritmo salsero por desgracia aún en mis oídos, un ritmo muy distinto en los pies, y ni que decir tiene que el corazón va hoy a su bola. Yo, que ya he luchado contra toda la maldad......... disfruto de esta mi última aventura motivada y movida por el deseo de volver a estar junro a vosotros.

No estoy triste ni me siento sola esta noche. Simplemente me gustaría poder compartirla con vosoros. Ya se sabe, la felicidad poco vale cuando no puede ser compartida.

Buenas noches y hasta pronto.
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sábado, 10 de julio de 2010

Imágenes

Me doy un masaje y en el spa suena Julio Iglesias. Les pregunto que si pueden cambiar la música, que la vedad no me gusta ni me pega Julio para un masaje. No me entienden, supongo, ya que sólo aciertan a decir “Julio Iglesias, yes, good, very good” con una gran sonrisa.

Conducimos a través de plantaciones de cactus, cientos de ellos, verdes, enormes. El otro día comimos sus frutos, los llaman higos y están buenísimos, fresquitos, nunca antes los había probado.













 















Comemos en un restaurante de esos giratorio que ofrece una panorámica de Damasco que me impresiona, me apasiona, me deleita.



 














Paseamos por Midan, de noche, tarde. Es una calle larga, estrecha, con puestos de fruta, zumos frescos, especias, alguna carnicería (un carnicero se hace mi amigo), y sobre todo muchos restaurantes de shawarmas (muy similar a lo que nosotros llamamos kebap, aunque para ellos un kebap es más o menos lo que nosotros llamamos pincho moruno...) y tiendas de dulces sirios, un clásico aquí. Todo está abierto 24h y viendo la cantidad de gente que hay, no me extraña. Familias con niños ríen, comen, disfrutan. Alguno se acerca a hablarnos en inglés, un matrimonio con dos niñas preciosas nos dice con orgullo que las pequeñas aprenden inglés en el colegio, pero son tímidas y no dicen ni mu



















Cada puesto de dulces nos ofrece alguno para probar, porque sí, porque somos extranjeros, porque aquí son así de simpáticos. Las tiendas son preciosas, no sólo lo que venden esté bien presentado, además muchas de ellas son antiguas y guardan la decoración tradicional.


Nos mudamos por fin a un apartamento con tres terrazas, perfectas para las noches de verano, cuando por fin refresca. Un niño delgadísimo pasa por la calle y nos ofrece ayuda con las maletas. No debe pesar más de 40kg y sin embargo sube mi maleta de 30 sin problema, tres pisos, sin descanso. Le he vuelto a ver hoy, pasados unos días, y me ha saludo efusivamente.

Sigue el Mundial y con él las escenas geniales de fans de cualquier equipo que juegue bien. Banderas por todos lados de nuevo.



Diluvia hoy en Sudáfrica mientras aquí ha hecho 45C y no nos ha quedado otra que pasar el día en la piscina del que fue nuestro hotel los primeros días. Vamos, que nos hemos colado usando el número de habitación que entonces tuvimos. Un sirio que vive en Bélgica, una siria que vivía en Francia, un piloto español y otro italiano que trabajan para una aerolínea local; todos quieren darnos palique.

Veo a Uruguay contra Alemania y pienso en el pulpo ese alemán, Paul; ¿acertará de nuevo? ¿Y mañana? Curioso, me hablo a mi misma en inglés “goal”, “nice”, “well done guys!”. Serán todos estos años viendo fútbol con Mr. A.


Resulta que Paul se ha equivocado..... tal vez mañana haya más suerte. Aunque como dice Nadal, la suerte no da la victoria, es el esfuerzo, y él cree que España ganará. Johan Cruyff también. Y yo. Pero no importa, un 2º puesto me complacería igualmente, aunque costase aceptarlo de primeras. Y es que ya hemos hecho historia!


 * Fotos tomadas por la elfa
    
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lunes, 5 de julio de 2010

Primeras impresiones sobre Damasco

El mundo es un pañuelo, y supongo que cuanto más viajas más pequeño se hace, pero eso no quita que las pequeñas casualidades sigan sorprendiéndome. Aquí va la última... Marc, mi nuevo compañero de trabajo y de aventuras, me ha llevado a ver el partido de Brasil – Holanda con un amigo suyo sirio y un conocido de éste. Resulta que los dos trabajaban en la embajada de Siria en Abu Dhabi.... en la sección de visados.... y estaban allí en 2008. Así es, fueron ellos, en concreto el amigo de Marc, quien me dio el visado, su firma y su sello están en mi pasaporte, así que no hay duda. Dice que me ha reconocido en cuanto me ha visto, no sé si será verdad pero lo cierto es que ellos dos me resultan conocidos.

El partido ha sido apasionante. ¡Nunca pensé que habría tanto ambiente! Cientos de personas en un local con al menos diez pantallas de plasma, gente con camisetas de los dos equipos... una locura muy a la europea, ¡pero en Siria! Me ha encantado, me ha hecho olvidar que estoy lejos, y sobre todo me ha permitido darme cuenta de que este país tiene un encanto especial.



Pocas chicas tienen el cabello cubierto y la mayoría parecen europeas, vestidas como nosotras: faldas, vestidos, camisetas de tirantes, vaqueros, sandalias. Eso sí, nos ganan en belleza, van bien maquilladas y peinadas ¡y muy guapas! Me he sentido mal por ir como de estar por casa, pero ahora ya lo sé.



Después del partido hemos paseado por un centro comercial, en el que la mayoría de las tiendas son marcas internacionales, vestidos, bikinis, minifaldas en los escaparates. No he visto ni un velo en las tiendas.

El partido de Ghana contra Uruguay lo hemos visto en la terraza de copas más chic de Damasco. Aquí bebe alcohol casi todo el mundo, y lo occidentales que parecen me sorprende de nuevo.




No hay NINGUNA chica con velo en el pelo. Además, esta noche es noche de salsa, y ¡cómo bailan! Mueven las caderas como Shakira, ni más ni menos. Bailan igual de bien ellas que ellos, y yo prefiero sentarme y admirarles, mientras de fondo tenemos el partido. Nadie le presta atención a la pantalla gigante hasta que llegan los penaltis. Entonces la escena del partido anterior se repite, la terraza se divide entre los fans de un equipo, y los de otro. Unos aplauden, otros abuchean. Gana Uruguay, la mayoría parece que prefería a Gana, pero no pasa nada, la noche sigue, la música no para y el baile tampoco.



Si todos los días se parecen al de hoy, voy a ser feliz aquí. Sólo falta la familia y Mr. A, pero están conmigo a través de estas líneas, de skype y la webcam.

Buenas noches.

* Fotos tomadas por la elfa
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jueves, 1 de julio de 2010

Ya en Damasco

 

Una vez más estoy sentada en un coche, esta vez en Damasco. Todo me resulta nuevo y sorprendente porque aunque estuve aquí en 2008 todo fue, entonces, muy corto, y ademas me recogieron poco menos que en la misma puerta del avión.

El chófer habla bastante bien inglés y me dice que tenía miedo de no reconocerme, aunque luego se ríe y dice que ha sido fácil: soy la única mujer viajando sola además de la única mujer europea del avión. Creo que éramos sólo 5 mujeres en el vuelo, pero no encuentro razón para ello.

El coche apesta a tabaco pero estoy tan cansada que ya casi me parece que es el ambientador. Me gusta el coche, no me he fijado en el modelo pero es japonés sin duda. Me gusta porque el techo se abre por un lado en la parte delantera del coche, y por separado en la parte de atrás donde estoy sentada. El chófer ha abierto la cortinilla para mi, y mientras escribo ¡veo el cielo y las estrellas! Buen recibimiento, me gusta.

En la aduana me han hecho abrir la maleta de mano porque han visto algo raro en el escáner, eso sí, la maleta ha pasado previamente otros tres controles de seguridad, con sus correspondientes escáneres. Me hacen abrirla y en un inglés bastante pobre sólo aciertan a decirme
- Are you a professional?
Y claro, algo asustada les he tenido que preguntar
- ¿una profesional de qué?
A lo que me han contestado
- Techncian, electronics?
- ¿Ehhhh? No entiendo digo confundida por su pregunta.
Todavía con su inglés rudimentario, pero muy superior a mi menos que básico árabe, me preguntan si llevo alguna máquina.... Por fin caigo:
- Sí, llevo la Wii.
- Una Wii? me preguntan incrédulos.
Así que la saco de su funda y se la enseño, saco un mando, y finalmente el volante del Mario Kart. Se parten de risa y me dan la Bienvenida a Siria.


Las maletas han tardado mucho en salir, y hasta los trabajadores del aeropuerto debían de estar preguntándose que pasaba porque un par de ellos se han subido a la cinta para pasar "al otro lado", al de las pistas de aterrizaje a ver qué pasaba. Cierto, puede que lo hiciesen por simple diversión. El caso es que esa imagen ha despertado una de las únicas sonrisas que he esgrimido desde que me dejaron en Barajas. Las otras han sido cuando he visto la portada de El Jueves -sobre el Burka- y la de El País -con foto de Villa-, y cuando me he comido un bocata de jamón ibérico en el aeropuerto de el Cairo, que me había llevado en el bolso. Aún me queda la mitad, y vuelvo a sonreír pensándolo.


Justo a tiempo, antes de aterrizar, por fin he acabado de leer Tender is the night (de F. Scott Fitzgerald), que empecé justo después de la trilogía de Mc Court y que tuve que dejar aparcado momentáneamente porque no me atraía mucho después de leer al irlandés. Dejo para otro post mi opinión –muy positiva- sobre el libro, pero diré que he llorado con los últimos capítulos, en realidad con el Book 3, tal vez porque ya intuía el final, que no había anticipado. Me pregunto si hubiese llorado si no lo hubiese acabado precisamente hoy que os he dejado a todos atrás, lejos; si no hiciese 48 horas que me he despedido de Mr A para no verle en unos meses.


Llego ya a mi hotel, son casi las 3 de la madrugada y me encuentro con una vista formidable de Damasco de noche. Por desgracia, y aunque estoy agotada, no consigo dormirme y ya empieza a amanecer, pero la mañana me regala la misma vista pero de día, y es igualmente imponente  Ahora sí cierro los ojos para descansar un poco.

 
  
* Fotos de Damasco tomadas por la elfa
   
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