Siento un par de punzantes lanzas atravesar mi cuerpo. Una es a la altura del corazón, me corta la respiración, y me dice que va a ser duro volver a marcharme. La otra está en el estómago, y gracias a ella recuerdo que irme significa volver a vivir una aventura, descubrir otra pequeña parte del mundo, su cultura, y en este caso su increíble historia.
Damasco
Me esperan unos meses en Siria, pegadita a zonas calientes -y no me refiero sólo a las temperaturas del verano- como Palestina e Israel, Líbano, Irak y un poquito más allá Irán. Sin Mr. A.
Escribiendo estas palabras me he dado cuenta de que me voy sin Mr. A pero con MA, jaja, me digo a mi misma con una medio sonrisa forzada para intentar animarme.
Sé que va a ser una experiencia única, una vez más. Sé que voy a disfrutar como una enana de la multitud de viajecitos que puedo hacer en el país y en la zona. Pero también sé que no va a ser fácil esta vez. Además es la última, y esa siempre implica sentimientos encontrados, agridulces.
Conocí Damasco en 2008 y por alguna razón no escribí aquí sobre aquel viaje. Lo disfruté muchísimo, redescubrí a amigos de la infancia convertidos ahora en amigos de la vida, me sirvió para desconectar de Emiratos y celebré allí el final del Ramadán (bueno, yo realmente no celebré nada, pero esa fue la excusa de mi viaje).
Ya os iré contando desde allí, pero para abrir boca os cuento algunas cosillas interesantes: Siria es considerada como cuna de civilizaciones y lugar en el que se asentaron los primeros pueblos que dejaron de ser nómadas. Eligieron esta zona por el río Éufrates, que al proporcionales agua permitó que surgiese la agricultura, y después vinieron invenciones tan importantes como el primer alfabeto y las matemáticas. Pero no fue un sólo pueblo, fueron muchos los que pasaron por aquí a lo largo de milenios, y esto ha enriquecido extraordinariamente su historia, su cultura y sus aportaciones al mundo. De hecho, se cree que Damasco y Aleppo son las dos ciudades continuamente ocupadas más antiguas del mundo.
Siria promete ser un destino apasionante y os aseguro que lo compartiré con vosotros, muy pronto.
Hasta entonces, ¡sed felices!
* Fotos tomadas por laelfa en 2008